El vinílico en baldosas es superior para oficinas y áreas de alto tráfico por su facilidad de reemplazo. Si una baldosa se daña o desgasta, se puede reemplazar individualmente sin necesidad de levantar el piso completo, reduciendo costos de mantenimiento.

El vinílico en baldosas está diseñado con una capa de desgaste de alta resistencia para soportar el tráfico pesado y constante. Esto lo hace resistente al uso de sillas con ruedas en oficinas y al movimiento de equipos pesados sin que se produzcan rayones profundos.

Sí, esa es una de las grandes ventajas estéticas del vinílico en baldosas. El formato modular permite la combinación de colores y diseños para crear patrones personalizados (como dameros o ajedrez), brindando flexibilidad única en el diseño de su ambiente.

El reemplazo de una baldosa vinílica es un proceso sencillo. Simplemente se retira la baldosa dañada y se coloca una nueva en su lugar, sin necesidad de herramientas complejas o de interrumpir el uso del área por mucho tiempo. Es la solución más práctica para la reparación rápida.

Para la correcta instalación del vinílico en baldosas, el sustrato (base) debe estar totalmente liso y seco. Es crucial que no existan desniveles, ya que las baldosas son flexibles y copiarían las imperfecciones del suelo original, afectando la estética y la durabilidad.